VÍDEO: ARAM
ARAM es la Asociación por la Resiliencia del Alto Mijares y está compuesta por más de 70 miembros y voluntarios cuyo objetivo principal es la dinamización del territorio gracias a la introducción del concepto de resiliencia en lo que es la gestión de los recursos humanos, sociales, naturales del entorno rural que se ve altamente afectado desde el despoblamiento.
La gran inmensa mayoría de la asociación reside en el Alto Mijares, concretamente en Zucaina; pero están abiertos a miembros nuevos de cualquier lugar de la provincia.
En ARAM creen que es posible recrear un entorno sostenible, inclusivo y con mayor calidad de vida para toda la sociedad mirando a los problemas estructurales que afectan el desarrollo socioeconómico de las áreas rurales.
Entre las principales tareas a desarrollar a largo plazo en la asociación se encuentran:
La recuperación de masías, limpieza de balsas, nuevo modelo educativo, crear un entorno de innovación empresarial entre el mundo rural y urbano, movilidad sostenible, mantenimiento de caminos, etc.
Guillermo Fernández, ingeniero y sociólogo, es el portavoz de la asociación y junto con el presidente de la asociación, Gianluca (que reside actualmente en Bruselas) nos cuentan como nació ARAM.
Para entender mejor el modus operandi de la asociación es necesario que profundicemos en el término “resiliencia”. La resiliencia es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, tragedia, amenaza, o fuentes de tensión significativa.
Pero no hemos de olvidar que el concepto de resiliencia llega desde la ecología, siendo así la capacidad de un ecosistema, como un bosque para mantener funciones y procesos clave frente a adversidades y cambios, resistiendo y luego adaptándose.
En el siguiente vídeo, Guillermo y Gianluca tratan algunos conceptos como el despoblamiento rural y la migración ciudad-campo y viceversa. Les quisimos preguntar también acerca de los jóvenes y qué papel están teniendo estos en todo este proceso de cambio.
Durante los próximos 20-30 años, si todo sigue del mismo modo, la mayoría de la población mundial vivirá en las ciudades. Es nuestro papel como jóvenes revertir el cambio, tratar de deconstruir lo aprendido y reconectar con la naturaleza, siendo resilientes con el ecosistema y recuperando valores casi extintos.
Cabe destacar la importancia de ofrecer medios, cobertura y servicios a los jóvenes en áreas rurales, para que puedan desarrollar su formación y vocación en lugares donde no es tan habitual.
Las áreas económicas de los pueblos deberían tener incentivos fiscales para que los emprendedores puedan ver el medio rural como una alternativa más de lugar de trabajo.
Por último, Guillermo y Gianluca nos cuentan más acerca de la donación recibida en ARAM:
