Alimentos, platos y dulces típicos de pueblos castellonenses

¡Hola a todos y todas! Hoy nos trasladamos de la ciudad de Castellón para adentrarnos en su interior, en los pueblos que la rodean y principalmente en su gastronomía de calidad.

Si algo caracteriza a Castellón, más allá de las fiestas de la Magdalena, son todos los productos y platos que ofrece. De hecho, este 9 de diciembre tendrá inicio la tercera edición del Mercado de Navidad 'Castelló Ruta de Sabor', en el que más de una veintena de productores locales muestran sus productos a toda la provincia. Es sin duda una muy buena propuesta de turismo (gastronómico).

Así, vamos a recordar algunos ingredientes y recetas que podemos encontrar y que dan identidad a nuestros pueblos y que nos hacen sentir orgullos de la parte más rural de Castellón y de sus campos.

Empezamos por un alimento que es considerada la variedad suprema para elaborar el tan típico "pa amb tomàquet" catalán, la Tomata de Penjar de Alcalà de Xivert. Se puede comer de toda forma posible, ya sea cruda para ensalada o para elaborar salsas o cocinada, por ejemplo asada o sofrita para los guisos como el de nuestra paella. Este alimento tuvo su auge en nuestra comunidad en los 40, cuando estábamos inmersos en la posguerra y en una economía de subsistencia, porque se podía guardar y consumir prácticamente durante todo el año hasta la cosecha próxima. Imagina su importancia desde entonces que en 2007 se creó la Asociación de Productores y Comercializadores de Tomata de Penjar de Alcalà de Xivert y un año después la Generalitat Valenciana concesió a la asociación la Marca de Calidad CV para la Tomata de Penjar de Alcalà de Xivert. Si quieres conocer más acerca de este maravilloso ingrediente, desde su historia hasta sus propiedades, puedes consultar su página web https://tomatadepenjar.com/es/.

Seguimos por un alimento que tiene hasta su propia fiesta, la alcachofa de Benicarló, que se reconoce fácilmente por su estructura chata y su hoyuelo. Se cultiva en cuatro municipios castellonenses de la comarca del Bajo Maestrazgo: Benicarló, Càlig, Peñíscola y Vinaròs. En estos pueblos el clima es cuanto menos favorable y el mar mediterráneo hace que las tierras en las que se cultiva permitan a esta alcachofa disponer de una resistencia y un mágnifico aspecto por mucho tiempo.

Es importante recalcar que es un producto con Denominación de Origen y además es la estrella de la ya típica Fiesta de la Alcachofa, que nació hace más de diez años, en 2008. Esta fiesta cuenta con una jornada de Demostración gastronómica de la propia localidad y de otros restaurantes de la comarca y más actos socioculturales y finaliza con lo que se conoce como la "Torrà de Alcachofa de Benicarló".

A ver, la verdura está muy bien pero tal vez tú seas más de bodegas, vinos y de enoturismo. Si es así, no te preocupes porque Castellón no solo tiene sus vinos, sino que también tiene sus propias bodegas amparadas por la Indicación Geográfica Protegida Castelló. Esta figura de calidad nombra los vinos que vienen de uvas producidas en los terrenos capacitados para la producción de uva de vinificación emplazados dentro de tres subzonas vitivinícolas denominadas Alto Palancia-Alto Mijares, Sant Mateu y Les Useres-Vilafamés.

Cabe decir que muchas marcas de vinos producidos en nuestra provincia, además de consumidores en ella, llegan a otras comunidades autónomas e incluso a EEUU, Alemania y hasta a China.

Pasamos del vino a un ingrediente que casa muy bien con él, la croqueta. Pero no cualquier croqueta, sino las de Morella: las croquellanas. Presentan una forma de empanadilla, de media luna y como cuenta la empresa Croquellanas, nacen del aprovechamiento de la carne utilizada para hacer el caldo y se caracterizan por un relleno de productos naturales de alta calidad y una textura crujiente en su capa exterior fina.

Siguiendo con Morella, tenemos también el Flaó de Morella, que tiene su origen hace muchos siglos. Este producto es una de las grandes identidades de Morella y el protagonista de todas las pastelerías y tiendas de dulces, de hecho, la propia Morella lo considera un dulce celestial. Es una pasta rellena de requesón, almendras, azúcar y canela y luego se hornea y se reboza en azúcar; no hay que confundir con los pastissests, los cuales están rellenos de otros productos como el boniato.

Pasamos ahora a una torta característica de nuestro Castellón: el pá-nolí o casquete (para Vilanova d'Alcolea y Morella) o congretes (para Pavías) o coquetes (para Benicàssim y Benicarló) o también "prims" para la Plana Alta. Este postre lleva cabello de ángel o dulce de boniato en el centro y se come como un crepe relleno.

De torta a coca. La coca de Castellón es otro de los productos que hay que comentar sí o sí y es que se originó al usar la patata en lugar de la harina y además, no necesita la levadura, puesto que crece con los huevos ya batidos. Y por si no lo sabías, al principio se llamó coca de patata pero el ayuntamiento la convirtió en reclamo turístico y la bautizó con el nombre que conocemos: Coca de Castelló(n).

Finalizamos esta entrada de blog comentando una de las comidas más sabrosas de toda nuestra tierra, la olla segorbina, propia de la localidad de Segorbe. Esta olla o cocido se elabora con trozos de rabo, oreja, morro y manitas del cerdo, con huesos de corbet de cerdo, con hueso de jamón, tocino, alubias blancas y la morcilla y patatas que se unen al caldo cuando todo lo demás se ha cocido.

Si con esto no se os ha abierto el apetito, hay que hacérselo mirar. De todas formas, lo que está claro que nuestra ciudad tiene grandes ingredientes, platos y postres que sirven no solo como reclamo turístico, sino como evidencia de la importancia que tienen los pueblos, la parte más rural y los campos en nuestra provincia.